miércoles, 3 de diciembre de 2014

COTTON FIELDS - Creedence Clearwater Revival




La canción fue grabada por primera vez por Lead Belly (Leadbelly), un músico negro genial de la primera mitad del siglo pasado y  hace referencia a la vida esclavista, o apenas post-esclavista, de los negros en los campos de algodón (cotton fields). Todo ocurre en esas viejas plantaciones, atrás de su casa, que debió haber sido construida allí para hacer más permanente el trabajo. Ese es su mundo: un mundo restringido en el que su madre lo mecía en la cuna en esos campos de algodón, que eran su vida y su muerte... el mundo en el que su aprendizaje está limitado a saber que "no se puede recoger mucho algodón cuando las vainas están podridas" y saber que no puede distraerse, que tiene que trabajar todo el tiempo, porque si no las vainas se pudren. Es un mundo en el que un negro no puede ganar mucho dinero, un mundo en el que no tiene sentido alejarse (a Arkansas) si todo gira alrededor de esos campos inmensos y ajenos...

Texarkana es una ciudad (antes un paraje) en el límite entre Texas y Arkansas, que toma su nombre de la mezcla de TEXas, ARKansas y LouisiANA, lo cual la sitúa (o la situaba) precisamente en el centro de la actividad algodonera. En realidad esta ciudad queda a alrededor de 30 millas de la frontera de la Louisiana actual, por lo que la ubicación que propone Lead Belly (en Louisiana, a 1 milla de Texarkana) sería imposible en la geografía política moderna. Pero es precisamente ese párrafo el que sitúa la historia entre la época de la esclavitud y el período post-esclavista. Es presumible que el autor de la canción fuese mecido en la cuna hacia el año 1830, en el que el estado de Louisiana abarcaba un territorio más amplio (antes de la admisión de Arkansas como estado de la Unión, en 1836) y luego explica que los campos estaban (o están) como a 1 milla de "Texarkana", ciudad fundada en 1873, en la unión de los estados de Texas y Arkansas. El autor vivió toda la Guerra de Secesión y ya como hombre libre ha pensado en ganar algo de dinero, lo cual no ha podido hacer. Es un hombre de unos 45 ó 50 años, probablemente nacido esclavo, ahora libre, que vuelve una y otra vez al lugar de su nacimiento.

En las estrofas de Lead Belly él pretende huir de ese mundo yendo a Arkansas, pero la gente le dice ¿qué estás haciendo aquí, si tú no eres de aquí...?  Su vida está integrada a los campos de algodón de su infancia (frase que repite una y otra vez); ese es su lugar, en donde su madre lo mecía en la cuna...

Las muchas versiones de la canción (como por ejemplo, la más conocida de Creedence) y el ámbito en el cual se realizaron,  hacen que su significado haya cambiado con el tiempo y tenga ahora un carácter más simbólico. Así, los "campos de algodón" de Creedence parecen ser una analogía de la vida misma, con la añoranza de la cuna materna, la nostalgia por el lugar de origen y una visión en la que no se puede tomar de la vida cuando ella no nos da los frutos que esperamos (en relación a las vainas podridas). Es de notar que en estas versiones se quitan algunos versos, quizás por considerarlos no referenciales.

Paralelamente hay interpretaciones muy pausadas, nostálgicas, casi con el "dejo" de una canción de cuna...

Contrariamente a lo que nos dice el sonido alegre del blues de Creedence, Cottonfields es una canción que denota la tristeza de una visión limitada de la vida, tal vez con la esperanza (cristalizada ya entre los afrodescendientes americanos) de un futuro con más expectativas.


Cotton fields - Traducción del original

Cuando era un pequeño bebé
mi madre me mecía en la cuna
en los viejos campos de algodón atrás de casa.

Era allá en Louisiana
como a una milla de Texarkana
en los viejos campos de algodón atrás de casa.

Ahora, cuando las vainas de algodón están podridas
no puedes recoger mucho algodón
en los viejos campos de algodón atrás de casa.

Era allá en Louisiana
como a una milla de Texarkana
en los viejos campos de algodón atrás de casa.

Otras estrofas de Lead Belly:

Puede sonar un poco raro
pero no pudiste hacer mucho dinero
en los viejos campos de algodón atrás de casa. 

Yo estaba más en Arkansas
la gente me preguntaba ¿a qué has venido?
en los viejos campos de algodón atrás de casa.



Cottonfields - Lead Belly




Cotton fields  (en inglés)

When I was a little (bitty) baby
my mama (mother) would rock me in the cradle
in them old cotton fields back home

It was down in Louisiana
just (about) a mile from Texarkana
in them old cotton fields back home

Oh! When those cotton balls get rotten
you can't pick very much cotton
in them old cotton fields back home

It may sound a little funny
but you didn't make very much money
in them old cotton fields back home

I was over in Arkansas  
people asked me: what you come here for?  
in them old cotton fields back home



martes, 2 de diciembre de 2014

PAVO REAL - José Luis Rodríguez




A todos los que me leen, aquí les vengo a dejar, una explicación de esta canción, que se llama "el pavo real"... Y es que hay tan malas transcripciones y varias especulaciones acerca del significado de la letra, que es bueno intentar explicar, más allá de los errores propios, este "corrío numerao", popularizado como "canción pop" por José Luis Rodríguez.

Vamos a intentar aclarar estos conceptos, sin ser expertos en el tema. La canción original es cantada por César del Ávila, un músico folklórico venezolano destacado en la composición e interpretación del merengue central (una mezcla de merengue y fox trot) y el corrío (de "corrido", poema cantado de los llanos venezolanos). El corrío de del Ávila es seis numerao (o sólo "numerao") una forma musical en compás de 6/8, que conjuga versos en los que se repite la segunda estrofa al golpe del joropo, incluyendo algunos intermedios musicales o cantados. En la canción algunos de los textos son, probablemente, tomados de dichos tradicionales. Lo que es claro es que no hay ningún gorrión en este "corrío"... aunque sí un pavo real... y es que ¿qué otra ave podría representar el colorido exuberante de Venezuela, su gente, su vegetación, sus playas?

Ante una naturaleza tan pródiga, la clave está en la organización. La fuerza sexual está pujante... pero debe estar organizada,  porque no se puede librar esa fuerza a su instinto; hay que establecer un orden y lo primero es correr las amonestaciones (las notificaciones públicas) necesarias para dar validez a la unión sexual, al matrimonio. Y hasta parece establecerse una analogía entre el "seis numerao" y la publicación de esas amonestaciones, como si fuera una numeración...

La cultura del norte de sudamérica es muy espontánea; las bondades de la naturaleza invitan a vivir más el momento, y podría casi afirmarse que el matrimonio no significa allí lo que en el resto de occidente. Eso de "esperar a casarse" cuando se consigue un buen empleo, o cuando se terminan los estudios, con interminables años para conocerse y no equivocarse, no funciona (o no funcionaba) por esas latitudes. El matrimonio es allí una consumación más directa de la atracción, sin muchas vueltas, lo cual puede tener sus ventajas y desventajas, pero es así, o era así por lo menos en la época en que se compuso esta canción (tal vez comienzos de los 60), tiempos en que la formalidad era clave en las relaciones de pareja.. A partir de esa visión algo inocente, el relator ofrece por capital para su unión conyugal lo que tiene, que es lo que es de todos, porque no tiene nada propio, haciendo una referencia pícara a la pobreza consentida... y si el matrimonio no funciona, aclara, las leyes (la numeración) también solucionan el problema...

El autor traslada luego esa visión a los de su mismo sexo: a "usted, mi joven" (o a usted mismo, en la versión de del Ávila), pautando que no se trata de un asunto personal, esta promocionando el casamiento. Dice que hay buenas ofertas (una "ganga", algo de gran valor, pero fácil de realizar), pero que todo debe hacerse con moderación (¿con numeración?), porque las mujeres no son "radio en demostración" (hoy en día sería "móvil o celular en demostración"...). ¡Controle sus institnos! dice el relator, pero es más un llamado a la acción, que una actitud moralista.

Las últimas estrofas son una prédica para abandonar prejuicios racistas en las relaciones de pareja, partiendo de una sociedad multicultural con pocos prejucios en las relaciones humanas. El multicolor "pavo real" venezolano debe estar en la piel (¿en el corazón?) de cada uno, manifiesto en la mezcla de razas, una realidad presente de una u otra manera en la Venezuela de hoy en día, tras su crisol de olas inmigratorias.

Una canción fresca, que contiene una reflexión social acerca del matrimonio, la proceación y sus pormenores. Típica de Venezuela: chévere.

Pavo Real - Texto (o recopilación) de Cesar del Ávila, adaptado para José Luis Rodríguez

Numerao, numerao 
viva la numeración
¿quién ha visto matrimonio
sin correr amonestación?
(2 veces)

Pavo real ¡uuu! (por 4)

A todos los que me escuchan
aquí les vengo a dejar (por 2)
un corrío venezolano
que se llama "el pavo real". (por 2)

Y a las muchachas les digo
que aquí me quiero casar (por 2)
y ahora mismo les ofrezco
cuatro casas por capital:
la prenatal, el manicomio,
la cárcel o el hospital. (por 2)

Si no cumplo lo ofrecido
nos podemos divorciar. (por 2)
Para eso existen las leyes
que suelen todo arreglar.(por 2)

Y a usted, mi joven, le ofrezco
una ganga en casamiento: (por 2)
mi vecina la menor
es más pura que un convento (por 2)

y por eso yo le advierto,
no me la venga a tantear (por 2)
no es radio en demostración
ni instrumento de tocar.

Numerao, numerao
viva la numeración
¿quién ha visto matrimonio
sin correr amonestación?
(por 2)

¡Chévere! (por 6) ¡oo!
¡Chévere! (por 6)

Pavo real ¡uuu! (por 4)

A todo negro presente
yo le voy aconsejar. (por 2)
que combine los colores
que la raza es natural... (por 2)

que un negro con una negra,
es como noche sin luna (por 2)
y un blanco con una blanca
es como leche y espuma. (por 2)

Todo negro, pelo recio
con rubia se ha de casar  (por 2)
para que vengan los hijos con plumas de pavo real (por 3)

¡Chévere!  (por 6) ¡oo!
¡Chévere!  (por 6) ¡o!
¡Chévere!  (por 6) ¡oo!
¡Chévere!  (por 6)


Parte de la versión cantada por Cesar del Ávila y otras





miércoles, 26 de noviembre de 2014

EL FANTASMA DE CANTERVILLE - Charly García





La canción debería ubicarse en el contexto de la sociedad argentina de comienzos de los 70, en medio de los cambios generacionales de los 60, pero aún tradicionalista, y aturdida por tremendos conflictos políticos y sociales previos a la dictadura militar de 1976. Sin embargo la idea general es aplicable a cualquier momento y circunstancia.

García muestra a un personaje en busca de valores dentro de la sociedad opresora, en una búsqueda que incluye un sinceramiento consigo mismo y reflexiones interesantes en el terreno de lo humano. También se expone el conflicto de la individualidad perdida dentro de la ciudad, de la gente...

El personaje (¿el mismo García?) comienza exponiendo los falsos criterios morales de la sociedad anticuada (a la que además hace referencia en muchas otras canciones). Para la sociedad es lo mismo pagar las deudas que pagar por el "amor", algo que, por definición, no tiene precio... Él se comportó así, pero la consecuencia es que la sociedad se lo tragó y no tiene (o no tenía) forma de lograr esa individualidad a la que hacíamos referencia, ni de pensar por sí mismo. Pasa inadvertido por ser sólo un engranaje más en esa máquina social.

García toma como referencia el fantasma de Canterville, un cuento de Oscar Wilde en el que, precisamente, se muestra un fantasma que no logra llamar la atención, ni asustar y que además es víctima de aquellos a los que pretende atacar. De la misma forma, el "fantasma" de la canción es víctima de la sociedad a la que no puede convencer de sus ideas renovadoras, de su visión diferente de la vida... Es así que reniega de aquellos que lo han ofendido, pero no puede hacerles nada, porque está metido en la sociedad esquemática, en la "legalidad".

Sin embargo en la última línea de esa misma estrofa (la segunda) se marca el quiebre entre esa vida chata y desprovista de emoción y una "nueva vida" pautada a través de la "muerte", de ese nuevo estado de situación: ahora está "afuera" de todo eso, ahora sabe lo que es la libertad, ahora puede amar, ahora tiene "aire", porque antes le oprimían el pecho los mecanismos sociales; ahora no le importa lo que piensen de él, lo que opinen los demás...

Finalmente explica el significado de esa nueva muerte, anteponiéndola al estado vegetativo "un número que viene y va" ( nos podemos imaginar a un hombre haciendo las mismas cosas una y otra vez, del trabajo al living, del living a la cama y de la cama al trabajo, en consonancia con "yendo de la cama al living"). Es mejor morir dándose la cabeza contra la sociedad, "acribillado"(que es algo que ha pasado "muchas veces"), que estar deambulando como un fantasma ignorado y objeto de burlas.

Está muerto, como el fantasma de Canterville, antes y ahora, pero logra triunfar en la medida en que deja de ser sólo un "número". Sin embargo, es un triunfo a medias, porque el estado final se muestra como algo depresivo, con inactividad y esperando recibir el confort de la compañía de la amada. Así, ese nuevo status no es grandilocuente... allí tiene perros (¿símbolos de la anuencia pasiva?) y cosas intrascendentes; es un estado natural, en el que lo fundamental es la libertad y sobre todo la libertad de amar.


El fantasma de Canterville - Charly García

Yo era un hombre bueno, si hay alguien bueno en este lugar
pagué todas mis deudas, pagué mi oportunidad de amar
sin embargo estoy tirado y nadie se acuerda de mí
paso a través de la gente como el fantasma de Canterville.

Me han ofendido mucho y nadie dio una explicación
¡hay! si pudiera matarlos, lo haría sin ningún temor
pero siempre fui un tonto que creyó en la legalidad
ahora que estoy afuera, ya sé lo que es la libertad.

Ahora que puedo amarte, yo voy a amarte de verdad
mientras me quede aire, calor nunca te va a faltar
y jamás volveré a fijarme en la cara de los demás
esa careta idiota que tira y tira para atrás.

He muerto muchas veces acribillado en la ciudad
pero es mejor ser muerto que un número que viene y va
y en mi tumba tengo perros y cosas que no me hacen mal
después de muerta nena, vos me vendrás a visitar. 

(la censura, y modificaciones posteriores, hacen que la interpretación de León Gieco en su disco "El Fantasma de Canterville" cambie significativamente algunos de los conceptos básicos del tema original)